Roberto tiene 24 años y es la cuarta generación de una familia de circo. “Mi abuelo era un gran barrista (barras olímpicas) y mi abuela fue la primera mujer que tuvo un show de animales mixtos en una jaula. Mi madre era costurera del circo y posteriormente se caso con mi padre que no era parte de este círculo, pero se integró en las instalaciones”, agregó el entrevistado. “Nací en el circo y cuando terminé la secundaria le dije a mis padres que lo mío era estar en la pista de un circo. Lo disfruto mucho, como si fuera el último momento de la vida, es algo increíble”.
El joven artista decidió ser malabarista gracias a su tío (hermano de su mamá) quien le enseño las artes desde que tenía alrededor de 10 años. “Ser malabarista es uno de los actos más difíciles del mundo del circo, tienes que tener una consistencia total, si dejas de practicar un mes se te van los reflejos. Es por eso que siempre práctico, cuido mi alimentación y hago cardio para tener buena condición porque todas mis intervenciones las hago corriendo, lo cual te exige una mayor disciplina”, dijo.
Aunque la vida de un circo no es nada fácil, ya que es muy desgastante y se requiere viajar en todo momento, estar lejos de la familia, y de las costumbres; Roberto disfruta al máximo lo que hace y siempre se plantea metas fijas. “Gracias a Dios cada meta la voy cumpliendo. Inicié en varios circos familiares de México. De ahí me fui a España en donde participé en un festival de circos, a la edad de 18 años. Posteriormente me fueron saliendo diferentes contratos en Inglaterra, Francia e Italia; en este último país fue donde tuve la suerte de participar en un casting de Cirque Du Soleil y seis meses después me contrataron. Fue como un sueño hecho realidad. Para la gente de circo, lo más grande es formar parte de Cirque Du Soleil y ahora que estoy acá, en un futuro no muy lejano me gustaría hacer mi propio show; pero eso es más adelante ahora disfruto al máximo lo que estoy viviendo”, destacó el entrevistado.
Roberto Carbajal es un claro ejemplo de que con constancia y metas fijas, todo se puede lograr. “Esto es lo mío, es mi profesión, lo hago con amor y trato de dar todo”, señaló. Es por eso que se siente tan identificado en Varekai, ya que su personaje trata de animar en todo momento al ángel caído y demostrarle que hay que salir adelante.
“En ocasiones encontramos personas que piensan que no tienen nada, como es el caso del personaje principal y se desilusionan, no quieren seguir luchando. Cada uno de mis actos tiene un mensaje, trato de animar al ángel, hacerlo feliz, motivarlo y darle fuerza para continuar. Todo esto lo hago con el juego de bolas de boliche, balones, pelotas de ping-pong y el uso de sombreros voladores, algo muy mexicano”.
La palabra Varekai significa "en cualquier lugar" en lengua romaní, la lengua de los gitanos, los eternos nómadas. Esta producción rinde homenaje al espíritu nómada, al alma y al arte de la tradición del circo así como a la infinita pasión de los que buscan el camino que lleva a Varekai.
Varekai surge de una explosiva fusión de arte dramático y acrobacia. Lo imposible se transforma en posible en demostraciones impresionantes de habilidad y poder contrapuestos con una música innovadora y escenografía de otro mundo, entretejidos con una expresiva coreografía que nos habla a todos en el lenguaje universal del movimiento.
El péndulo del tiempo oscila hacia atrás, rindiendo homenaje a las tradiciones circenses antiguas y extrañas de los juegos de Ícaro y la danza georgiana. A continuación, Varekai sale despedido hacia el futuro con giros revolucionarios en números tales como los columpios rusos y la superficie resbaladiza.
Para mayor información y/o compra de tickets visitar el sitio web www.cirquedusoleil.com/varekai o llamar al 1-800-745-3000
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