Grand Rapids, MI.- El pasado jueves 25 de julio del 2013 cambió la vida de muchas familias que contrataron los servicios del Centro Hispano del Oeste de Michigan para ir al Consulado de México a tramitar sus pasaportes y/o matriculas consulares.
Desde muy temprano abordaron el camión y “todo iba muy bien, el chofer era acompañado por una de las personas del Centro Hispano quien aparentemente conocía el camino y le iba ayudando con las direcciones, cuando nos dimos cuenta estábamos a unos pasos del puente para entrar a Canadá y en eso, otra persona del Centro Hispano que iba con nosotros le dijo ‘vira, vira por acá no es’, todo fue muy rápido y cuando el conductor realizó algunas maniobras, ya estábamos rodeados por los oficiales de inmigración, quienes de inmediato realizaron nuestra detención”, relató uno de los pasajeros quien pidió guardar su anonimato debido a su situación migratoria.
En el autobús viajaban el chofer de origen Puertorriqueño, dos integrantes del Centro Hispano: Patricia Oviedo y María Meneses; así como 47 mexicanos, entre los cuales se encontraban 6 menores de edad (entre 9 y 17 años) y dos o tres jóvenes de 19 y 20 años.
El Centro Hispano del Oeste de Michigan, ubicado en el 1204 de la avenida Grandville SW, en Grand Rapids, ha venido ofreciendo este servicio mes con mes desde 2009, ¿qué fue lo que ocurrió en esta ocasión?: “Estamos haciendo averiguaciones internas entre las personas que viajaban en el autobús. Todavía nos falta entrevistar al chofer para saber exactamente qué fue lo que ocurrió. Por el momento no tenemos una versión oficial, lo poco que he averiguado es que tal vez se debió a la tecnología defectuosa del GPS (Global Positioning System), la construcción en las carreteras y la falta de letreros en la ciudad de Detroit”, declaró Martha Gonzalez-Cortes, Chief Executive Officer del Centro Hispano.
González también indicó que cambiaron de compañía de transporte, ya que durante los últimos dos o tres meses habían estado teniendo problemas con los autobuses. “Nos enviaban camiones defectuosos y con choferes mayores de edad que no conocían la ciudad, por eso decidimos cambiarnos”.
Martha se enteró de lo ocurrido ya que “en cuanto fue detenido el camión, una de las integrantes de mi equipo me hablo por teléfono para notificarme y en ese momento me fui a Detroit junto con otras dos personas más del Centro Hispano: Elvira Hernández y Deisy Madrigal. Durante las dos horas de camino hable al Consulado de México, con abogados de la región ya que en el autobús viajaban algunas de sus clientas víctimas de violencia doméstica y finalmente, me comunique con los Congresistas de Detroit y ellos a su vez notificaron a Washington lo que estaba ocurriendo para pedir que se nos diera un trato humanitario”.
“En primera instancia, las autoridades de migración negaron la entrada a toda persona, pero gracias a las llamadas, se dio acceso al Cónsul y a los abogados. En cuanto llegamos nos dimos cuenta que estaban segregando a las personas para despacharlos más rápido, pero pedimos que se mantuviera al grupo unido para tener un mejor control”, continuó su relato la Directora del Centro Hispano. “Nos permitieron estar con ellos, nadie fue esposado y les proveímos de las herramientas para que pudieran comunicarse con sus familiares".
Durante la primera hora de la detención, se pusieron en libertad a tres personas que cuentan con residencia legal. Tres más quedaron detenidas por contar con antecedentes penales y finalmente, casi a media noche fueron liberadas las otras 41 personas, quienes tendrán que presentarse en corte para revisar su caso de deportación.
El pasajero que pidió guardar su anonimato compartió: “Fueron las horas más terribles de mi vida. Una verdadera pesadilla. Nos llevaron a todos a un cuarto y afortunadamente los del consulado nos dieron comida. Luego nos dejaron hablar por teléfono a nuestros familiares. Nadie sabía lo que iba a ocurrir, había una persona con diabetes y un chico con esquizofrenia. Un muchacho era ciudadano pero se quedo acompañar a su mamá que estaba detenida. Nos interrogaban a todos y no sabíamos qué iba pasar… Angustia, desesperación y una gran impotencia es lo que sentíamos. Queríamos despertar… pero por lo que veo, aunque ya estamos fuera, la pesadilla todavía continua porque no sabemos qué pasará con nosotros”.
El Centro Hispano se hará cargo de brindar apoyo a las 41 personas en la corte. “Veremos cada caso por separado con el apoyo de diferentes abogados. Tres de las pasajeras son víctimas de violencia doméstica y ya tienen abogado. Tenemos que averiguar si cinco de los 6 niños califican para DACA”, argumentó Martha Gonzalez. “El próximo jueves realizaremos una reunión con las familias afectadas a puerta cerrada en donde tomares decisiones importantes sobre los pasos a seguir. Estamos conscientes que después de lo ocurrido, viene el susto, el dolor y la molestia por parte de las familias; es por eso que estamos preparados para cualquier amenaza legal en la que pudiéramos estar envueltos; aunque pedimos la comprensión de la comunidad ya que nuestro lema siempre ha sido ayudar, nunca hacer un mal a las personas”.
En cuanto a los tres que quedaron detenidos, el Consulado de México ya se hizo cargo de designarles un abogado para llevar el caso. “Nuestro abogado consultor ya los visitó y nos informó que uno de ellos ya cuenta con un abogado particular, por lo que nada más representará a los otros dos, de quienes tendremos más información el jueves 1 de agosto”, señaló Vicente Colmenares, Cónsul Encargado.
El funcionario mexicano informó que en cuanto fueron notificados por una de las integrantes del Centro Hispano que viajaba en el camión, acudieron de inmediato al lugar para asegurarse que no hubiera abusos, ni violación a los derechos de los connacionales. “Asimismo, nos cercioramos primero si había mujeres embarazadas, niños, enfermos, etc, que requirieran de algún trato especial. Les brindamos alimento y apoyo en traducciones”.
El Cónsul Colmenares dijo que el consulado estuvo presente hasta el final para brindar todo el respaldo posible. “Nuestra función es otorgar documentos y como tal, una vez que fueron liberados los connacionales, realizamos los trámites necesarios para que se llevarán sus pasaportes y/o matriculas, en un esfuerzo extraordinario realizado por todo nuestro personal, quienes concluyeron con su labor hasta las 2:00am”.
Asimismo, destacó que una vez al año se realiza un consulado móvil en Grand Rapids, pero debido a la gran demanda, desde hace tiempo se trabaja en colaboración con el Centro Hispano quienes se encargan de realizar todo el movimiento de transporte de las personas una vez al mes. “Nosotros únicamente brindamos el servicio de dedicarles un horario especial para que nuestros connacionales obtengan la documentación requerida”, dijo. “Estaremos al pendiente con el Centro Hispano para seguir el caso”.
La Prensa estará muy de cerca siguiendo la noticia para mantener informados a nuestros lectores sobre esta terrible situación que ha cambiado la vida de 44 familias en Grand Rapids.
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