La Boca, Buenos Aires, Argentina
Por Claudia Annoni, La Prensa
El Barrio de La Boca en Buenos Aires, una vecindad colorida, artística y llena de historia que nos transporta a sus orígenes, ubicada en el sudoeste de la ciudad.
Según relatan los historiadores, La Boca fue el puerto donde arribó Pedro de Mendoza cuando fundó la ciudad de Santa María de los Buenos Aires en 1536.
Allí es donde se encuentra la boca del Riachuelo que desemboca en el Río de la Plata, y que durante muchos años fue el puerto natural de Buenos Aires, pero por problemas tales como los bancos de arena, la poca profundidad de las aguas y las crecientes y bajantes, el puerto se trasladó hacia el norte de la ciudad.
A fines del sigo XIX, se instaló una comunidad italiana muy grande, con procedencia genovesa, y quienes le fueron dando las características actuales del barrio. Posteriormente, otros grupos de inmigrantes se fueron también incorporando, tales como españoles, griegos y otros. Esta población fue quien caracterizó a La Boca, por ser un sector de habitantes llenos de diversión, algarabía, pero también melancólicos. Muchos de ellos hablaban su dialecto genovés; ellos fueron reconocidos también por ser altamente trabajadores y amables. Admirables desde muchos puntos de vista, tuvieron la habilidad de desarrollar grupos de ayuda comunitaria y aún de crear sus propios periódicos.
Con alta apreciación por el arte, La Boca fue cuna de varios artistas plásticos, cantantes, músicos y poetas.
Entre ellos el pintor Benito Quinquela Martín, quien basó sus trabajos en sus alrededores, en su ambiente, en su entorno, en su barrio, en la vida portuaria, en los barcos. Quinquela Martín inmortalizó el dicho “pinta tu aldea y serás universal”
La Boca, conocida por sus casas pintadas de diferentes colores vivos y brillantes, de construcción de madera y chapa, atraen la atención de turistas internacionales y locales. Detrás de lo que se ve como un paseo colorido y lleno de vida, yace la realidad que en el pasado los marineros traían los restos y las sobras de pinturas a sus hogares y que mayormente eran escasos para pintar toda la casa.
Caminito, la calle peatonal empedrada que marca un punto no solamente histórico, sino también atractivo y pintoresco fue por donde en el año 1898 pasaba el tren, y que finalizara sus servicios en 1928.
Posteriormente, un grupo de vecinos, entre ellos Quniquela Martín, se reunió y recobró este tramo y convirtiéndolo en un paseo público. Hoy se ven esculturas, pinturas y murales. Para los amantes del tango, Carlos Gardel inmortalizó la calle cuando cantó la canción compuesta por Juan de Dios Filiberto, “Caminito”.
|

Claudia Annoni e hija en la ciudad de La Boca



|