In addition, severely obese women were four times as likely as lean women to receive less chemotherapy. Doctors calculate chemotherapy doses for each patient based on her height and weight.
The study looked at 764 women enrolled in the Awareness of Neutropenia in Cancer Study Group Registry, a prospective, multicenter study of cancer patients starting chemotherapy. The researchers looked at women with early breast cancer who were beginning chemotherapy. Study participants enrolled at 115 hospitals and doctors' offices across the country.
Results of the study appear in the Jan. 20, 2007 issue of the Journal of Clinical Oncology.
The study authors used U.S. Census Bureau statistics and the women’s zip codes to assign each woman a median household income, poverty status and level of education. Information about individual women’s actual educational attainment was also collected as part of the study. The researchers then calculated the standard chemotherapy dose, based on each woman's height and weight, and compared that to the initial dose each woman received. A reduced dose was noted for those who received 85 percent or less of the expected standard dose, based on their height and weight.
Researchers found that doctors were more likely to reduce the chemotherapy dose for heavier patients and those who were less educated, and lived in zip codes with lower median household income and higher levels of poverty. Severely obese patients were four times more likely to receive a reduced dose, and women with less than a high school education were three times as likely to have a dose reduction.
Obesity
When it comes to obese patients, the researchers suggest that doctors reduce the chemotherapy dose because they do not want to give those patients the large dose that their weight would indicate. The motivation is to avoid potential severe and harmful side effects in their patients. For those patients of lower socioeconomic status, doctors may be anticipating the patient’s attitude toward treatment, the researchers suspect.
“We speculate that physicians have concerns about a patient's ability to tolerate the side effects of chemotherapy and that the physician's uncertainty about a patient's tolerance increases with increasing social distance. One might just as well ask why we are willing to give full doses to someone with more education. It may be that negotiating side effects and continued doses of treatment is easier when there is more shared culture,” says lead study author Jennifer Griggs, M.D., MPH, associate professor of internal medicine at the U-M Medical School. Griggs was at the University of Rochester in Rochester, N.Y., when she completed this research.
Previous studies have shown a connection between obesity and reduced chemotherapy doses. Griggs’ work is the first to look at socioeconomic status.
Reduced doses of chemotherapy may reduce its effectiveness in preventing breast cancer from returning. Women seeking treatment for breast cancer can advocate for full doses by indicating their commitment to treatment, Griggs suggests.
“A patient might say to her physician that she is fully committed to her treatment, and in particular, to full doses of chemotherapy. I do not think it is the responsibility of the patient to ensure that she receives full weight-based doses, but physicians may be more comfortable dosing a patient fully when they are assured the patient is committed to her treatment,” says Griggs, a member of the U-M Comprehensive Cancer Center.
An estimated 214,640 women will be diagnosed with breast cancer this year. For information about breast cancer, visit www.mcancer.org or call Cancer AnswerLine at 800-865-1125.
In addition to Griggs, study authors were Eva Culakova, Ph.D., University of Rochester; Melony E.S. Sorbero, Ph.D., MPH, RAND Corporation; Michelle van Ryn, Ph.D., MPH, University of Minnesota; Marek S. Poniewierski, M.D., University of Rochester; Debra A. Wolff, University of Rochester; Jeffrey Crawford, M.D., Duke University Medical Center; David C. Dale, M.D., University of Washington; and Gary H. Lyman, M.D., MPH, University of Rochester.
The study was not funded, but Amgen Inc. funded the data collection for the ANC Study Group. Reference: Journal of Clinical Oncology, Vol. 25, No. 3.
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Mujeres más pobres, más gordas reciben dosis reducidas de quimioterapia, según estudio
ANN ARBOR: Pacientes que padecen de cáncer de mama, más pobres y menos educadas tienen más posibilidades de ser tratadas con dosis reducidas de quimioterapia, según una investigadora del Centro Oncológico Integral de la Universidad de Michigan, UM.
Asimismo, mujeres severamente obesas, tienen cuatro veces más posibilidades de ser tratadas con dosis reducidas de quimioterapia. Los médicos calculan las dosis de quimioterapia para cada paciente basándose en su altura y peso.
El estudio evaluó a 764 mujeres inscritas en el Registro del Grupo de Estudio de Cáncer Conciencia de Neutropenia un centro de estudios en etapa de organización que investiga a pacientes que inician quimioterapia. Los investigadores estudiaron a mujeres con cáncer de mama en etapa inicial que estaban empezando tratamientos de quimioterapia. Las participantes del estudio se inscribieron en 115 hospitales y médicos a través del país.
Los resultados de la investigación se publican en la edición del 20 de enero, 2007 de la revista Journal of Clinical Oncology.
Los autores del estudio utilizaron las estadísticas del Censo de EEUU y los códigos postales de las mujeres afectadas para asignar a cada una de ellas un ingreso promedio, un estatus de pobreza y un nivel de educación. También se reunió información sobre los logros educacionales de las mujeres. Los investigadores calcularon la dosis de quimioterapia estándar, basándose en la altura y peso de cada mujer, y la compararon con la que recibió cada una de ellas al iniciar el tratamiento. Se calificó de "dosis reducida" a aquellas que recibieron un 85 por ciento o menos de la dosis esperada estándar, basada en su peso y altura.
Los investigadores descubrieron que los médicos tenían una mayor tendencia a reducir las dosis de quimioterapia en pacientes con sobrepeso y en aquellas con menos educación y que vivían en áreas con códigos postales con un promedio de ingreso más bajo y mayores índices de pobreza. Pacientes con obesidad severa tenían cuatro veces más posibilidades de recibir una dosis reducida y mujeres con menos que una educación secundaria tenían tres veces las posibilidad de tener una reducción de dosis.
Los investigadores sugieren de que cuando se trata de pacientes obesos de que los médicos reducen las dosis de quimioterapia porque no quieren dar a esos pacientes la dosis extrema que indica su peso. La motivación surge para evitar efectos secundarios dañinos y severos. En el caso de los pacientes de un nivel socioeconómico más bajo, los médicos pueden haber anticipado la actitud del paciente frente al tratamiento, sospechan los investigadores.
"Nuestra especulación es que los médicos se preocupan sobre la capacidad de los pacientes de tolerar los efectos secundarios de la quimioterapia y la incertidumbre del médico sobre la intolerancia del paciente, aumenta con una mayor distancia social. También podemos preguntarnos porque estamos dispuestos a suministrar una dosis completa a alguien con más educación. Puede ser que negociar los efectos secundarios y la continuación de las dosis de tratamiento sea más fácil cuando hay una cultura común", dice la autora principal del estudio Jennifer Griggs, profesora de Medicina Interna de la Escuela de Medicina de la UM. Griggs estaba en la Universidad de Rochester, en Rochester, N.Y., cuando finalizó esta investigación.
Estudios anteriores han mostrado una conexión entre la obesidad y dosis reducidas de quimioterapia. La investigación de Griggs es la primera que también evalúa el estatus socioeconómico.
Una dosis reducida de quimioterapia puede reducir la efectividad del tratamiento y la prevención para que el cáncer de mama no se repita. Las mujeres que buscan tratamiento para cáncer de mama pueden defender la utilización de dosis completas de quimioterapia expresando su compromiso con el tratamiento, sugiere Griggs.
"Un paciente puede decirle a su médico que su compromiso es total con el tratamiento y en particular, con dosis completas de quimioterapia. No creo que sea responsabilidad de los pacientes el garantizar que reciban dosis intensas, pero los médicos pueden sentirse más cómodos al dosificar la quimioterapia de manera completa cuando tienen la garantía de que la paciente está comprometida al tratamiento", dice Griggs, miembro de Centro Oncológico Integral de la UM.
Alrededor de 214,640 mujeres serán diagnosticadas con cáncer de mama este año. Para más información sobre cáncer de mama, visite www.mcancer.org o llame a la línea de Cáncer en el 800-865-1125.
Referencia: Journal of Clinical Oncology, Vol. 25, No. 3.
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