Se necesitan intervenciones específicas para latinos para invertir las preocupantes tendencias entre sus adolescentes, dice Antonia Villarruel, profesora de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Michigan, que realizó esta investigación con John B. Jemmott III, profesor de la Escuela de Comunicación Annenberg de la Universidad de Pennsylvania y Loretta S. Jemmott, profesora de la Escuela de Enfermería de esta última universidad.
La frecuencia del SIDA entre adolescentes y adultos latinos es tres veces más alta que para adolescentes y adultos blancos, según un estudio del año 2001. Entre los adolescentes latinos, la vía de transmisión más frecuente del virus VIH, es a través de contacto heterosexual.
La juventud Latina tiene más probabilidades que la de los blancos de tener relaciones sexuales múltiples y antes de los 13 años, según el Sistema Nacional de Control de Conductas de Riesgos en Jóvenes. Otros estudios han demostrado que los adolescentes latinos tienden a utilizar menos los condones que adolescentes afroamericanos o blancos.
Según Villarruel, que es directora del Centro para el Fomento de la Salud en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Michigan, a pesar que existen pruebas de que las intervenciones sobre conductas, que toman en cuenta la cultura y edad, pueden ser efectivas, pocas intervenciones se han dedicado a los latinos o en estudios similares, otros grupos importantes como los latinos que predominantemente hablan español.
"Este estudio es una contribución importante para ayudar a los adolescentes latinos a disminuir conductas sexuales arriesgadas", dijo Villarruel. "También ofrece pruebas a los profesionales en terreno sobre las formas de guiar y apoyar a adolescentes en la toma de decisiones en asuntos sexuales".
La investigación incluyó a 553 adolescentes (249 hombres y 304 mujeres) que se identificaron a si mismos como latinos y estaban inscritos en tres escuelas secundarias u organizaciones comunitarias vecinales del área noreste de la ciudad de Filadelfia. Más de un 85% de los participantes eran de Puerto Rico, con casi la mitad nacidos fuera del territorio continental de EEUU. Los participantes tenían un promedio de edad de 14.9 años, y un 87% eran estudiantes entre los cursos octavo a onceavo. Más de un 40% informó haber tenido relaciones sexuales a lo menos una vez, con una edad promedio para la primera vez de 13.5 años.
Los estudiantes que participaron en el estudio "¡Cuídate!, Programa de Fomento de la Salud de la Juventud Latina" fueron asignados al azar a una de dos intervenciones. La primera, que era una promoción general de salud, presentó los valores culturales Latinos como un marco importante que apoya conductas positivas de salud, y se centró en mejorar la dieta, ejercicio y actividad física, mientras se reducía el consumo de tabaco, alcohol y drogas.
La segunda intervención fue el programa de prevención del virus VIH. Fue adaptado para jóvenes latinos de un currículo desarrollado anteriormente por Jemmott y su equipo de investigación en la Universidad de Pennsylvania, que llevaba el nombre "¡Enorgullécete! Sé Responsable!" Este programa, basado en varias teorías conductuales, enfatiza en la teoría de la abstinencia sexual y utilización de condones como métodos efectivos y culturalmente aceptados para prevenir enfermedades de transmisión sexual como el VIH.
Ambos programas eran similares en su longitud y formato y consistían en módulos de 50 minutos presentados de manera consecutiva durante dos sábados, e incluía discusiones en grupos pequeños, videos, ejercicios interactivos y actividades para mejorar ciertas habilidades.
En sondeos de seguimiento hasta un año después de estos programas, los adolescentes que participaron en el programa de intervención para combatir el virus VIH mostraron menos probabilidades de decir que habían mantenido relaciones sexuales, con parejas múltiples, pero mostraron una mayor tendencia, que los adolescentes que participaron en la clase general de fomento de la salud, a utilizar condones de manera uniforme.
Además, los adolescentes que participaron en el programaVIH que hablaban principalmente español tenían más probabilidades de haber utilizado un condón la última vez que habían mantenido relaciones sexuales y tenían una mayor proporción de sexo protegido.
Los estudiantes que participaron en el programa VIH que no tenían experiencia sexual al comienzo del estudio informaron haber tenido menos días de sexo sin protección que adolescentes similares, que participaron en el programa de fomento de la salud.
El estudio también demuestra que informar sobre abstinencia y condones en el mismo programa puede afectar a ambas conductas.
"Los efectos positivos de la intervención en adolescentes latinos que hablaban preferentemente español o que no tenían experiencia sexual demuestra de que deberíamos elaborar nuestros enfoques a grupos demográficos específicos", dijo Villarruel. "Se necesita mucha más investigación con los adolescentes latinos para enfrentar las disparidades de salud en VIH/SIDA."
El estudio será publicado en la edición de Agosto de Archives of Pediatric and Adolescent Medicine, y fue financiado por el Instituto Nacional para la Investigación de Enfermería (En Ingés, National Institute of Nursing Research , NINR), parte de los Institutos Nacionales de la Salud.
Study demonstrates successful HIV prevention program for Latino youth
ANN ARBOR, MI: A culturally tailored HIV prevention program can help reduce risky sexual behaviors among Latino adolescents, even a year after students attended the training, according to a study led by University of Michigan and University of Pennsylvania researchers.
Targeted interventions for Latinos are needed to reverse some disturbing trends among Latino teens, said U-M school of nursing professor Antonia M. Villarruel, who conducted the study with John B. Jemmott III, a professor at Penn's Annenberg School of Communication and Loretta S. Jemmott, a professor at Penn's School of Nursing.
The incidence of AIDS among adult and adolescent Latinos was more than 3 times higher than for Whites in a 2001 study. Heterosexual contact is the major mode of HIV transmission among Latino adolescents.
Latino youth are more likely than Whites to have sexual intercourse before the age of 13, and multiple sexual partners, according to the national Youth Risk Behavior Surveillance System. Other studies have shown that Latino adolescents also are less likely to use condoms than African American or White adolescents.
Villarruel, who is director of the Center for Health Promotion at the U-M School of Nursing, said that despite the growing evidence that behavioral skills interventions which are culturally tailored and age-appropriate are effective, few interventions have targeted Latinos---and important subgroups such as Spanish dominant Latinos in similar studies.
"This study is an important contribution in assisting Latino adolescents to decrease HIV sexual risk behavior," Villarruel said. "It also gives practitioners evidence for how to guide and support adolescents in sexual decision-making."
The research involved 553 adolescents (249 males and 304 females) self-identified as Latino who were recruited from three Northeast Philadelphia high schools and community-based neighborhood organizations. More than 85 percent of the participants were Puerto Rican, with nearly half born outside the mainland U.S. Participants averaged 14.9 years of age, and 87 percent were students in grades 8 through 11. More than 40 percent reported having engaged in sexual intercourse at least once, with an average age at first intercourse of 13.5 years.
Students participating in the study called "¡Cuidate! (Take Care of Yourself) The Latino Youth Health Promotion Program," were randomly assigned to one of two interventions. The first, a general health promotion intervention presented Latino cultural values as an important context that supports positive health behaviors, and focused on improving diet, exercise, and physical activity, while reducing the use of cigarettes, alcohol, and drugs.
The second intervention was the HIV prevention program. It was adapted for Latino youths from a curriculum developed earlier by Jemmott and her research team at the University of Pennsylvania, entitled "Be Proud! Be Responsible!" This program, based on several behavioral theories, emphasizes abstinence and condom use as culturally accepted and effective methods to prevent sexually transmitted diseases (STDs), such as HIV.
Both programs were similar in length and format, consisting of six 50-minute modules delivered on two consecutive Saturdays, and including small group discussion, videos, interactive exercises, and skill-building activities.
In follow-up surveys up to a year after these programs, adolescents in the HIV intervention were less likely to report engaging in sexual intercourse, having multiple partners, but more likely to report consistent use of condoms than adolescents in the health promotion class. Also, adolescents in the HIV program who spoke primarily Spanish were more likely to have used a condom at last intercourse and had a greater proportion of protected sex. Students in the HIV program who were sexually inexperienced at the beginning of the study reported fewer days of unprotected sex than similar adolescents in the health promotion program.
The study also demonstrates that addressing both abstinence and condom use within a curriculum can affect both behaviors.
"The intervention's positive effects on Latino adolescents who were Spanish language dominant or who were sexually inexperienced shows that we should be tailoring our approaches to specific populations," Villarruel said. "Much more research is needed with Latino adolescents to address the health disparity in HIV/AIDS."
The study appears in the August issue of the ArcHIVes of Pediatric and Adolescent Medicine, and was supported by the National Institute of Nursing Research (NINR), a component of the National Institutes of Health (NIH).
LINKS: Antonia Villarruel: www.nursing.umich.edu/faculty/villarruel_antonia.html
U-M Center for Health Promotion, School of Nursing: www.nursing.umich.edu/research/chp/
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