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El poeta de 44 años, que decidió permanecer en Nueva Orleans durante
el huracán Katrina hasta que finalmente tuvo que evacuar conduciendo el mismo un
autobús escolar, asegura que los latinos de Nueva Orleáns han sido “totalmente
silenciados” y son víctimas de “un apagón total” por parte de los
medios de comunicación y televisión locales.
Sus presentaciones se han hecho conocidas entre expertos de cultura
latina de EEUU que lo ven como a un innovador en múltiples géneros artísticos,
que van desde el monólogo dramático, las artes visuales, el malabarismo con
fuego , la representación de distintas voces y hasta salidas cómicas. “Entre la
Pluma y la Espada” explica como el decidió elegir la pluma para combatir las
injusticias y las experiencias que vive un inmigrante latino.
El inmigrante vive en un dilema de identidad , advierte, “porque
se rompe el alma para convertirse en un nuevo híbrido americano”. “Somos
transculturales”, dice y considera muy importante para los latinos que
viven en EEUU aceptar “el valor del idioma de la cultura dominante”, porque
sólo así, según el artista “se puede desafiar la injusticia, las prácticas
discriminatorias y su legado de exclusión”. Con el humor que le sale
natural dice que los latinos son mezclas de culturas y que nombres como “Julio
Chichimeca Herenberger” mezcla de quechua y alemán no son algo
extraordinario.
Su especialización es la enseñanza a estudiantes latinos, negros y
Jóvenes marginados, “los que menos acceso tienen a las artes” y está
convencido de que las expresiones de la cultura popular, como el teatro colectivo, es
una manera de lograr cambios sociales, denunciar el quiebre psíquico de los
inmigrantes y evitar el “suicidio cultural” de las minorías.
El mismo define su obra como “guerrilla cultural” y reproduce uno de
Sus números más conocidos: Un cántico religioso, en el que imita a un
sacerdote de voz profunda y lenta con un texto de adoración a Mickey Mouse. Luego
exclama “Creemos en un idioma, un Dios y un Dólar”. Después, con más humor que
resentimiento dice: “Soy café, por lo tanto sospechoso/ Soy latino, por
lo tanto, picante/ Soy artista, por lo tanto, raro”
Según Torres Tama, las minorías son invisibles en la cultura popular: “Todos los estímulos visuales de la cultura popular los hacen invisibles y si los muestran, aparecen sólo en sus arquetipos, como el rapero, el gángster, el latin lover”.
Torres Tama, presenta un monólogo con entonación dramática en inglés y
español, imitando al diablo, un niño, un anciano sin dentadura o un
estadounidense con un acento rural sureño exagerado. Se presenta en el escenario con
tenida negra y roja, con banderas estadounidenses, altares, velas encendidas y
soles aztecas y advierte que Estados Unidos es “un gran experimento cultural
en que las estructuras de poder están controladas por anglo-puritanos con
mucho temor a compartir el poder”.
Las manifestaciones del arte pueden ser “catárticas y terapéuticas”
dice Torres Tama, especialmente para jóvenes inmigrantes que al llegar a EEUU
“llegan a pensar que su cultura es siempre menos que la cultura dominante”. En su taller, el artista explica a los estudiantes que muchos inmigrantes piensan que “lograr el éxito en EEUU es sólo consumir”.
Dice que saber otros idiomas, especialmente inglés y español, es poder
cultural y le facilita la fusión de influencias, entre las que se incluyen la historia oral de sus antepasados ecuatorianos-europeos-indígenas relatada por su bisabuela, el Rock and Roll de la década de los 60, el canto político de Rubén Blades, la poesía hablada en la tradición afro americana.
El artista, que se considera “un intelectual de la clase obrera” logró
Estudiar en una escuela privada católica gracias a los esfuerzos de su madre,
Que trabajaban en uno de los edificios más lujosos de Park Avenue (Nueva
York) preparando café y bocadillos para ofrecerlos en un carrito que empujaba
por los pisos, hasta que se convirtió en su dueña.FIN
Para más Información:
Catherine Benamou, teléfono 734-936-1846 [email protected]
Servicio de Noticias en Español de la Universidad de Michigan: Vivianne
Schnitzer 734-276-9027 [email protected]
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